El párroco ramiro sáenz defiende la dictadura y la guerra de malvinas
El responsable de la parroquia de Malargüe mandó a los alumnos de su colegio a un acto encabezado por el general Mario Benjamín Menéndez. Pidió que se prohibiera a Víctor Heredia y mandó a hostigar a Estela de Carlotto.
Fernanda Nicolini27.03.2009 Sáenz. El cura no quiso hablar con Crítica de la Argentina. Su colegio recibe una amplia subvención estatal.
Con la circulación por internet de una vieja carta que el cura párroco de Malargüe, Ramiro Sáenz, le dirigió al que por ese entonces era el intendente –en la que se quejaba por la presencia de Víctor Heredia por ser “de izquierda”– saltó a la luz otro incidente: la visita de Mario Benjamín Menéndez a esa ciudad mendocina, quien fue recibido como un héroe por funcionarios públicos y, casualmente, alumnos del sacerdote, a quienes se les enseña que los desaparecidos fueron cinco mil y que la dictadura fue necesaria.
Según se publicó en el Diario San Rafael, Menéndez, ex gobernador militar de Malvinas, fue invitado por “autoridades y fuerzas vivas locales” para presentar el documental Malvinas... aún esperan, en el centro de exposiciones municipal. “Asistió numeroso público, destacándose la presencia de la concejala Silvia Calvi (transitoriamente a cargo del Ejecutivo) y adolescentes vinculados a la Parroquia Nuestra Señora del Rosario (a cargo del cura Ramiro Sáenz)”, concluye la nota.
Y así se arma un rompecabezas sórdido. En rigor, Menéndez fue invitado por Javier Mihanovich, un empresario agropecuario y de exploración minera de la zona, ligado a la Iglesia, presente en todos los actos oficiales. Él mismo lo confirma por teléfono: “En Malargüe existe un programa de radio, Malvinas clamor de gloria, y mi idea fue juntar al director del documental, a veteranos de guerra y a quien fuera el gobernador de Malvinas, Menéndez, para que en el programa se dijera la verdad de lo que realmente pasó ahí, y le aseguro que estábamos todos muy emocionados y fue un orgullo hacerlo”.
–¿No tuvo en cuenta que Menéndez fue miembro de la última dictadura militar, repudiado por muchos combatientes por las torturas que sufrieron?
–Yo soy cristiano y no puedo juzgarlo, solo sé que es necesario tener el testimonio de él porque la historia fue manipulada.
–¿Y como cristiano también coincide con Sáenz, que dijo que los desaparecidos fueron cinco mil?
–Conozco al padre Ramiro y sé que es un hombre de bien, no me consta que lo haya dicho.
EL PÁRROCO DE LOS DEMONIOS. El padre Sáenz reaparece en escena. En 2004 pidió que se prohibiera la actuación de la Bersuit Vergarabat por promover el “libertinaje sexual”, y al poco tiempo interrumpió la presentación de un libro de Víctor Heredia al grito de “los desaparecidos fueron cinco mil y no treinta mil”. Después mandó la carta que ahora circula en internet (ver en www.mdzol.com) en la que le dice al intendente que la presencia de Heredia era irritante para la Iglesia y que su “apología de los ‘desaparecidos’ que hizo, como bien dice Mario Firmenich eran ‘Montoneros’, es una prueba más de su filiación”.
Dirige una escuela privada confesional con subvención del Estado, el colegio San José, que además de mandar a sus alumnos a aplaudir Menéndez, tres años antes supo encolumnarlos para increpar a Estela de Carlotto durante una feria del libro. Recuerda Carlotto: “Fui alertada de lo que le había pasado a Víctor Heredia, así que sabía que algo podía suceder. Y la injerencia de este cura, que está formando a muchos chicos y cada vez tiene más poder, fue al final de una charla que di: me rodearon unos cinco adolescentes y me empezaron a hacer preguntas agresivas, vinculadas con la teoría de los dos demonios y cosas así. Estaban muy preparados, muy aleccionaditos. Lamentablemente, Mendoza es una provincia con una filosofía política de derecha, salvo excepciones, y hay que vencer cierta resistencia ahí”.
Carlos Benedetto es profesor de Historia y es uno de los pocos que se anima a hablar sobre las maniobras pedagógicas de Sáenz, sufridas en carne propia: “Sé que los alumnos de su colegio reciben un profundo adoctrinamiento sobre las bondades del gobierno de facto y un profundo desprecio por las políticas de derechos humanos. El tipo me mandaba a los alumnos a preguntarme por qué enseñaba la Revolución Rusa si ‘era obra del demonio’, y también sé que entra a los colegios públicos y revisa los programas de estudio para ver qué se da. A mí me ha llegado a interrumpir en un acto de la escuela pública para decir por qué Belgrano era católico. Y si te parece poco, no bautiza a los hijos de madres solteras”.
La última intervención de este pastor de la Iglesia Católica, con formación teológica en Roma, estuvo muy en sintonía con la línea papal. “Hace unos días se inauguró una sala de cuidados intensivos en el hospital de Malargüe y mientras bendecía el lugar, Sáenz dijo que en el hospital se hacían abortos y que condenaba el uso de los preservativos”, cuenta otro periodista del lugar. Pero la cruzada del cura no termina ahí. “También se dice que hizo levantar una campaña contra el sida que se transmitía por la radio estatal, la LV19, en la que él, casualmente, tiene un programa.”
Crítica de la Argentina intentó comunicarse con Sáenz. En su lugar atendió el padre Pato, quien dijo que el párroco volvía muy tarde pero que efectivamente habían hecho levantar la campaña porque estaba mal hecha: “Se estaba mintiendo a la población, el preservativo no protege del sida, ya lo dijo el Papa y hay comprobación científica sobre eso”.
–¿Y es cierto que el padre Ramiro mandó a sus alumnos a recibir a Menéndez?
–Perdone señorita, pero ¿quién es usted? No me dijo quién era...
–Soy periodista de Crítica.
–Qué falta de respeto, ¡se debería haber presentado! ¡Vivimos en democracia y uno tiene que decir quién es!
–¿Si yo le hubiera dicho me habría contestado? ¿No le parece paradójico hablar de democracia?
–Tutututu.
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